Este proyecto, denominado como “Hojas de aire”, diseñado por el arquitecto, diseñador y artista costarricense Andrés Cañas Barahona nos presenta una propuesta que propone una estructura en la que los paseantes del Parque Curridabat, literalmente podrán apreciar una escultura viviente.

Una escultura viviente en constante crecimiento y transformación, puede brindarles a los paseantes una simbiosis de dualidades entre la vida vegetal y humana, desarrolladas entre una estructura los lleve entre líneas y curvas, volúmenes y superficies transparentes y sólidas. Todo esto permitirá generar una atmósfera en la que el ser humano y el mundo natural se convierten en uno mismo
Hojas de aire evoca es una metáfora de la forma como se mueven las hojas cuando el viento sopla sobre ellas. De esta forma, los volúmenes se llenan de vida mientras crecen y atraviesan el espacio.

El diseño fue resuelto a partir de la utilización de estructuras tensadas en loa árboles, en las cuales se inducirá el crecimiento de una chayotera que cubra toda la estructura y cuelgue de la misma brindando espacios vacíos que permitan tener constantemente un conmovedor juego de sombras y luces.
Es importante mencionar, que la idea de trabajar con estos materiales se debió, según el propio autor de esta escultura, “a su inherente tridimensionalidad” ya que consideró eran excelentes aliados para expresar la noción de espacio que buscaba.
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