Allariz insiste en sus recursos. El municipio ourensano sortea la crisis dando la espalda a la imperante teoría de la austeridad y fomentando, a cambio, los eventos culturales que lo llenan de turismo. Desde el fin de semana pasado los visitantes que acuden a la villa alaricana se cuentan ya por miles. La primavera tiene ahí la singularidad de un estallido de jardines convocados por la cuarta edición de un festival que pretende rendir culto a la naturaleza y atraer al mismo tiempo las visitas.
Son diez más uno (el ganador de la edición anterior, indultado por el público) cubriendo las orillas del río Arnoia de una vegetación moldeada que crece en diseños este año también verticales. La única oportunidad de ver en España un festival de jardinería que reúne a paisajistas internacionales. “Ni se nos ocurrió prescindir de este evento, todo lo contrario; ahora más que nunca es cuando tenemos que apostar por nuestro calendario cultural para tirar del comercio y de la hostelería; si renunciamos ahora tendríamos que tirar la llave y emigrar”, explica la concejala Cristina Cid la clara apuesta por un acontecimiento cultural que ha llevado en los tres años de edición a más de 150.000 visitantes al municipio.
Este año no solo se cubren de instalaciones vegetales y de flores los 39.000 metros cuadrados recuperados para los vecinos en las márgenes del río. En esta ocasión, el festival en el que se ensimisma el propio municipio (tiene por lema “Allariz, beleza que inspira”) añade además la colaboración de escultores gallegos. 24 años después de haber alcanzado la alcaldía mediante una revuelta vecinal de denuncia de la contaminación del río Arnoia liderada por el BNG, esta organización sigue al frente del Ayuntamiento y sigue homenajeando al río.
“Es un escaparate de propuestas muy novedosas”, explica Cid el interés para el sector especializado que tiene sus referentes en este y en otros festivales que se celebran en países europeos como Francia, Portugal, Austria o Inglaterra. La ejecución de cada uno de estos jardines tiene un coste de en torno a los 4.000 euros que asumen patrocinadores privados (cada paisajista tiene el suyo). Así que todo es ganancia para los alaricanos. La concejala da cuenta del convenio que acaban de firmar con la Asociación Española de Paisajistas por el que Allariz se convertirá en sede de congresos de este sector y de otras actividades relacionadas, como el de la muestra de maquinaria. “Y hay publicaciones especializadas interesadas en colaboraciones”, abunda Cid en las ventajas.
De los 39 proyectos que se presentaron en esta cuarta edición se han seleccionado diez que desde ahora y hasta finales de octubre se podrán contemplar durante el paseo por la Alameda. Junto a ellos, el del brasileño Raúl Diniz, el ganador de la edición del año pasado dedicada a la exaltación del agua como recurso imprescindible para la vida.
El esplendor llega con la primavera y el desarrollo, con el paso de las estaciones hasta la caducidad del otoño. Pero el ciclo sigue: convocatoria de nueva edición, nuevo lema, nuevas instalaciones en febrero y más turismo llenando los comercios y los bares.
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