¿Bichos o biodiversidad?

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Cuando aparecen pulgones, moscas, arañas… en nuestros jardines, lo primero que pensamos es que afectaran a las plantas y que debemos aplicar tratamientos de choque para erradicarlos. Pero ni siempre es necesario ni es favorable. Aprender a observar forma parte de aprender a solucionar.

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En primer lugar, para prevenir la aparición de múltiples problemas en las plantas, deberíamos saber escoger las especies que plantamos, y tener en cuenta un concepto básico: biodiversidad. Luego, deberíamos contemplar los múltiples equilibrios entre plantas y animales que no debemos alterar para favorecer el mantenimiento del jardín y el desarrollo de un sistema equilibrado. Finalmente, si se produce algún desequilibrio en el jardín, deberíamos emplear los sistemas más respetuosos con el entorno para que el remedio no sea peor que la enfermedad.

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Sistema en equilibrio o desequilibrado: tu escoges

Si reducimos la biodiversidad, es mucho más fácil que los insectos u otros animales que estaban en equilibrio con sus depredadores naturales, se transformen en un problema. Los mecanismos naturales que proporcionan diversas interacciones entre diferentes variedades de especies y su fauna son la mejor defensa para las plantas. Un jardín con pocas especies es un espacio antinatural, desestabilizador del ecosistema, favorecedor de desequilibrios y, por tanto, de problemas con plagas y enfermedades.

Combinaciones amigas

La proximidad de algunas plantas entre ellas favorece la evitación de plagas, y al contrario: hay plantas que, juntas, favorecen la aparición de plagas. Te recomendamos que uses hierbas aromáticas como salvia, romero, ruda, menta, lavanda, tomillo, albahaca, estragón… para rodear e intercalar en espacio donde tengas plantas ornamentales. De la misma forma, hay insectos imprescindibles que nunca deberíamos eliminar. Cuando veas un insecto en tu jardín, lo primero que debes pensar es que otros se alimentaran de él, y lo mismo hará este con otros insectos. Además muchos de ellos servirán para polinizar las plantas. Si usas productos convencionales, destruyes el equilibrio natural de los ecosistemas..

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Atraer lo positivo

Si quieres tener un jardín sano, debes tener flores para atraer insectos. Puedes instalar nidos o dejar ramas secas que estén huecas para que los hagan ellos. Ayudarás a que algunos pájaros insectívoros como los herrerillos tengan más posibilidades de sobrevivir. Además, lo que habitualmente consideramos como malas hierbas, pueden tener una función de mantillo o acolchado que haga que el suelo permanezca “cubierto”.

Los animales beneficiosos incluyen los insectos que depredan o parasitan a otros, y las aves que comen insectos. Todos conocemos los efectos beneficiosos de la mariquita. Algunos también conocen los efectos beneficiosos de las avispillas que ponen sus huevos en los pulgones. Para multiplicar la presencia de todos estos animales, no debes realizar tratamientos químicos que mataran a todos los insectos. También puedes favorecer su presencia mediante la plantación de flores y plantas que los atraigan. Para que los pájaros se queden en tu jardín, puede que necesiten el aporte extraordinario de alimento cuando no tengas plagas. Para los pájaros insectívoros, lo ideal es que coloques cajas o nidos cerca del jardín o del huerto. Cuando críen a sus pajaritos su actividad cazadora se multiplicará exponencialmente. Se trata de facilitar a los enemigos naturales de las plagas, refugios donde invernar, alimentarse y reproducirse en las zonas colindantes.

Control biológico

Para el control biológico se usan animales parásitos y depredadores. Los primeros son insectos que utilizan la plaga para reproducirse, y en este proceso le causan la muerte. Los depredadores, en cambio, matan a la plaga para alimentarse. Generalmente, a todos ellos los especialistas los llaman “fauna útil” por su capacidad de trabajar para nuestros intereses.

Actualmente se usa el Macrolophus caliginosus y diversas especies del género Orius, como depredadores de mosca blanca, trips, pulgón, huevos de lepidópteros, araña roja… Como parasitoides se usan el Eretmocerus mundus (para acabar con la mosca blanca de los cultivos hortícolas y ornamentales) y el Diglyphus isaea para los minadores de hoja de diversas especies vegetales. Los tratamientos biológicos son una herramienta en auge, ya que el número de plaguicidas disponibles tiende a disminuir, y con la creación del registro único europeo de productos fitosanitarios se retiraran del mercado muchas materias activas que son perjudiciales para el medioambiente y para todos los que vivimos en él.

Actuaciones de “cura”

Si a pesar de la prevención se produce una infestación masiva, las acciones que puedes llevar a cabo deben ser “curativas” o “paliativas” con el tratamiento mediante productos ecológicos, captura manual, podas de saneamiento… los insectos y las enfermedades atacan a las plantas débiles. Si tienes unas plantas fuertes y vigorosas se verán más difícilmente atacadas por ellos.

Ideas preventivas

Cuando te plantees introducir nuevas plantas en tu jardín, debes asegurarte que sean vigorosas y estén sanas. Debes comprobar que el tipo de suelo es el ideal para ellas, no conseguirás tener unas plantas o vegetales fuertes y vigorosos si sus necesidades son acidófilas y tu suelo es calizo. También debes comprobar que se adapten perfectamente al clima donde vas a introducirlas, si no lo haces así, la planta se debilitará y puede ser un foco de atracción de problemas para el resto de plantas del jardín. Lo ideal es introducir plantas autóctonas, por este motivo y para favorecer el consumo de agua que sea adecuado para el clima. El lugar de plantación también debe ser el adecuado, antes de plantar debes saber si necesitan sol, semisombra, sombra, humedad… cualquier lugar inadecuado favorecerá que la planta crezca débil y sea atacada. Cuida también los espacios entre plantaciones, si no tienes paciencia para que el jardín madure y plantas demasiado denso, las plantas acabaran por competir por el suelo, los nutrientes, el agua, y crecerán débiles y susceptibles de ser atacadas. Observa los jardines de tus vecinos. Si ves que tienen alguna infestación por plagas, estudia la posibilidad de no repetir el tipo de plantación, ya que es muy probable que los ejemplares enfermos contaminen a los sanos. Si haces inspecciones regularmente será más fácil que descubras una plaga o una enfermedad en sus primeros estadios, antes de que se haya extendido mucho. Ello permitirá que actúes con rapidez y eficacia.

Consejos para espacios afectados

Si la tierra esta infectada por hongos en las raíces, no plantes sin antes haber sustituido la tierra por otra nueva. Si sustituyes un antiguo rosal, y quieres plantar uno nuevo en el mismo lugar, deberás igualmente, cambiar la tierra para que este enriquecida en minerales y no haya hongos. Si el año anterior tus plantas sufrieron el ataque de alguna plaga o de alguna enfermedad, lo más normal es que se vuelvan a ver infectadas de nuevo. Lo mejor es que actúes preventivamente y apliques algún tratamiento que desactive esta infestación. Los tratamientos pueden ser perfectamente ecológicos y respetuosos con el medio y con el resto de fauna que convive en tu jardín.

Consejos para regar

Debes regar lo que requiera la planta, si lo haces por defecto o por exceso las puedes debilitar o incluso pudrir sus raíces, generar enfermedades… el agua debe tener la calidad que la planta requiera; si tienes plantas que requieren un pH bajo, y el agua de tu zona es dura (con mucha cal) las plantas acidófilas como las azaleas, brezos, camelias, gardenias, hortensias o rododendros tendrán carencia de hierro. Igualmente, debes evitar mojar las hojas y las flores de las plantas cuando las riegues, ya que con ello evitarás que se desarrollen enfermedades como la brotitis.

Consejos para abonar

Abonar correctamente también ayuda a que las plantas crezcan libres de enfermedades, tanto su defecto como su exceso pueden favorecer lo contrario. Si aportas un exceso de nitrógeno, que da vigor y abundancia a las hojas, las plantas pueden ser atacadas por ácaros. Recuerda retirar las hojas que hayan sido atacadas por parasitos y enfermedades, si no lo haces, estos se pueden mantener y rebrotar la proxima temporada, volviendo a infestar la planta o el árbol. La rotación de cultivos en el huerto es una buena forma de no agotar el suelo y a la vez de evitar que las plagas que se pueden instalar en él, como los nematodos, los gusanos del suelo…

Consejos para la poda

Debes evitar las heridas en las plantas, ya que ellas favorecen la aparición de algunos hongos y bacterias: brotitis, chancro… Los cortes, las roturas, las grietas… todo ello son puertas de entrada a estas enfermedades. Realiza las podas cuando sea el momento, mejora la aireación de las plantas y evitarás la proliferación de hongos y otras enfermedades. Debes desinfectar las herramientas de poda para no transmitir patógenos de una planta a otra.

Consejos para acristalamientos

Si dispones de invernadero o terraza acristalada y quieres prevenir la aparición de hongos, debes ventilar correctamente este espacio. Puedes disponer algunas barreras para los parásitos como mallas mosquiteras que evitaran que entren trips, moscas blancas, pulgones y también otros animales que podrían dañar tus planteles.


Agua de ortigas
Para 5 litros de agua de lluvia se necesitan aproximadamente ½ Kg de ortigas frescas y unos 100 gramos de ortigas desecadas, 1 puñado de mantillo y si es posible unas gotas de extracto de flores de valeriana, se deja macerar en un recipiente (nunca metálico) en un lugar soleado, una vez al día se remueve, al cabo de 2 semanas esta listo. Se hace una dilución de 1 parte de purín por 5 de agua (siempre de lluvia) y rociar las plantas. Esta solución vigorizará tus plantas y ahuyentará los pulgones.

Aceite de invierno

Cuando los árboles y arbustos caducos no tienen hoja, puedes aplicar aceite de parafina o aceite de invierno para formar una película protectora que impida que los huevos de pulgones, ácaros y algunas esporas de hongos rebroten al año siguiente.

La canela 

La canela es un buen fungicida. cuando ataquen los hongos a tus plantas espolvorea la planta con canela en polvo y veras como los eliminas.      Debes espolvorer a primera hora de la mañana y no regar durante las 8 horas siguientes. repetir el tratamineto tres veces seguidas con un intervalo de cinco días cada uno.

Cobre y azufre

El sulfato o el oxicloruro de cobre se emplea como fungicida preventivo contra el mildiu y la brotitis. El azufre sirve para prevenir y curar el oidio y otros hongos externos.

 

Solarización

El suelo del huerto, un parterre o el jardín entero se puede desinfectar antes de plantar mediante la técnica de la solarización. Consiste en cubrir el suelo previamente regado y labrado con un plástico, el cual se sella por los extremos enterrándolo. Se dejar que el suelo se «cueza» por el sol varias semanas y mate así a Nematodos, hongos, insectos que viven en el suelo, bacterias y semillas de malas hierbas.

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