La Cineraria es una planta para tener en cuenta si quieres sembrar a finales del verano o durante el otoño. De baja estatura pero intensa y con hermosas flores, es una planta que puede crecer tanto en el interior como en el exterior aunque es común encontrarla puertas adentro.
Origen y características
La Cineraria es una planta que pertenece a la familia de las compositae y es originaria de las Canarias. Si bien la mejor época para sembrarla en la antes mencionada, es una planta que no tolera las heladas o las temperaturas muy bajas.
Por el contrario, el clima ideal es el templado y es por eso que durante el invierno hay que protegerla del frío o bien tenerla en el interior para que en la primavera regale sus hermosas flores de colores: azules, rosas, violetas y blancas.
Para sembrarla, hay que hacerlo en macetas, si es que se quiere tenerla en el interior, o bien en semilleros para luego trasplantar las plántulas cuando tengan la fuerza suficiente para adaptarse al nuevo lugar. Por lo general, esto ocurrirá cuando el ejemplar tenga unas cuatro o cinco hojas.
Suelo y riego
La planta es noble si recibe los cuidados adecuados. Como hablábamos, no es una planta resistente al frío así es que el secreto estará en protegerla de las bajas temperaturas. Pero además, hay que ser cuidadosos al regarla pues necesita un riego regular aunque sin excesos para evitar los típicos encharcamientos que dan lugar a las enfermedades.
Entre las más comunes están los ataques producidos por hongos y la presencia de plagas como los pulgones y la mosca blanca.
También ayudará a su buen desarrollo el contar con un suelo blando, fértil y con buen drenaje.
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