Con vistas a la ciudad

La terraza es un entorno de especial atención en cualquier casa. Puede ser una zona abierta al cielo y a los elementos, pero a la vez buscamos sentirnos cómodos y a resguardo en ella, como en esta terraza situada en pleno centro de la ciudad de Barcelona

Los espacios pequeños también permiten conseguir grandes terrazas, el único requisito, previo e imprescindible, es hacer una planificación exigente y minuciosa, pensando paso a paso lo que deseamos obtener de ella y cómo podemos obtenerlo. Y en esta terraza, la buena planificación posibilita aprovechar al máximo el espacio del que se dispone, permite introducir todos aquellos elementos imprescindibles para disfrutar del espacio, e incluso aquellos elementos que, aún no siendo necesarios, crean un punto de interés en la terraza y la personalizan.

Doble funcionalidad

Esta terraza, de ubicación mediterránea y urbana, destaca por las soluciones formales adoptadas para multiplicar su funcionalidad.

En un espacio de pocos metros cuadrados, las soluciones que se han llevado a cabo han sido efectivas y con valor añadido, desarrollando hasta el límite su función inicial y proporcionándole otras nuevas. Así, se aprovecha el espacio y desaparecen problemas que, de otra forma, se harían inevitables.

Esto es lo que han conseguido de forma ejemplar con las jardineras laterales, que disponen de un espacio de60 cm. para ubicar vegetación, plantas y flores, mientras que, el espacio restante, se ha destinado a lugar de almacenamiento de herramientas de jardín y otros elementos. Esto permite tenerlo todo a mano, ordenado y oculto. Tres factores aconsejables en cualquier lugar, y en especial, en espacios más pequeños. El sistema de riego automático también está situado en estas ubicaciones ocultas de las jardineras. Cómodo, práctico y funcional.

Unidad y simplicidad

Los colores cálidos de la madera y la simplicidad de la zona de descanso formada por un banco con cojines blancos, permiten que las plantas invadan visualmente el entorno formando una pantalla de frescor y tranquilidad. En las borduras, el romero, romero pendulo, cae en cascada aromatizando de calidez mediterránea la terraza. Se han escogido plantas resistentes a la polución de las grandes ciudades y adecuadas a las condiciones climáticas, como las eugenias, eugenias myrtifolias, abelias, lantana montevidensis, siguiendo la planificación funcional y racionalista de la terraza, que se adapten a inviernos húmedos y templados, y veranos secos y calurosos.

Simetrías y líneas formales

El perímetro de la terraza está todo recubierto de madera, al igual que la zona de la cubierta que protege las ventanas. La simetría de las láminas da mayor uniformidad al espacio. El suelo, igualmente entarimado de madera, parece flotar en el plano horizontal, destacando su liviandad gracias a la fibra óptica que ilumina las bolas de mármol y permite crear sensaciones visuales de espacio y profundidad, durante la noche, y también gracias al efecto de sol y la sombra que produce la lámina sobre la piedra blanca, durante el día. La madera tropical, IPE, sólo necesita un tratamiento dos veces al año para su mantenimiento, consistente en aplicar una pátina de aceite.

 

Un punto focal

Toda terraza debe disponer de uno o más puntos focales que centren nuestra atención. En ésta, la fuente de agua y piedra es otro extraordinario y sencillo punto de interés que da movimiento, sonido e incluso luz a la terraza. Iluminada de noche, actúa de forma relajante y absorbente como lo hace la contemplación del fuego de un hogar. De día imprime ritmo y frescor a un rincón especialmente tapizado de verde, causando la impresión de encontrarse en un oasis frondoso, refrescante y alejado del mundanal ruido de la ciudad que lo acoge.

 

PROYECTO La Manigua 

WEB: www.lamanigua.com

Fotos: Asflor Ediciones

 

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