El césped y sus cuidados


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El secreto para disfrutar de un césped exuberante y muy tupido está en la preparación del terreno, en elegir la variedad adecuada de semillas y en su mantenimiento.

Implantación
A finales de invierno e inicio de la primavera es el mejor momento para su siembra, pues en esta época del año crece más tupido y vigoroso.
Antes de sembrar debes preparar el terreno. La preparación pasa por: cavar en profundidad; retirar todos los objetos extraños (piedras, restos de obra, etc); instalar una red de drenaje para que el agua no quede estancada (en tierras muy compactas tipo arcilla) y preparar un buen sustrato.
Los 20cm superficiales deben estar compuestos por un 40 % de tierra de jardín, un 40% de materia orgánica y un 20% de arena. En el caso de que puedas cambiar toda la tierra, puedes utilizar un sustrato ya preparado como . De esta forma te evitarás muchos problemas. De no ser así, puedes aportar arena en el caso de que el terreno sea muy compacto, abono orgánico y una capa de 4cm de sustrato .
Otro aspecto muy importante es instalar un sistema de riego por aspersión. En cuanto a las variedades de semillas, debes escoger entre las que mejor se adapten a tu zona, la situación del jardín y su uso.

Hora de sembrar
Si tenemos el terreno cavado y suelto, limpio y la capa superficial con textura más o menos arenosa, es el momento de organizar la siembra. Es un buen momento para pensar en comprar un pulverizador, sea de mochila o de mano. Si tenéis arbustos y árboles en el jardín, en cualquier momento os hará falta, para aplicación de Plaguicidas o abonos foliares.
Sería bueno que fumiguéis el terreno con un fungicida y un herbicida, por separado. Esto evitará posibles ataques de hongos de debilitamiento de las plántulas jóvenes y la invasión de malas hierbas. Por precaución, todos los productos plaguicidas o fungicidas deben aplicarse siempre con mascarilla y guantes, además de aplicarlos de espaldas a la brisa y nunca con viento. Una vez acabada esta tarea, hay que lavarse bien.
El truco de la compactación
La compactación del terreno debe realizarse en base a la siguiente norma: estará bien compactado cuando tus huellas no queden marcadas en el suelo recién sembrado (por cierto, evita pisotear el césped en la época de su nacimiento). Cuando realices los últimos trabajos de rastrillado y limpieza, camina por la zona, sin apisonar pero tratando de pasar por todos los lugares y repasando la posible compactación con los pies.
Un rulo que supla el peso de un hombre para una sola persona, además de ser muy pesado, provocará apisonamientos innecesarios al realizar el esfuerzo de empuje.
Puedes preparar un rulo en plan casero, con un tubo de plástico de PVC (50cm de diámetro) relleno de mortero, o con un tubo de hormigón de los que se usan para el alcantarillado. De todos modos, el único momento en que hay que usar ése sistema es después de esparcir la semilla, pues se utiliza este peso para poner ésta en contacto directo con el suelo.
Para la siembra, debemos escoger un día sin viento, o sólo con ligera brisa, para que al volear la semilla podamos esparcirla de una forma regular sin amontonarla ni que queden lugares escasos de ella. También puedes utilizar un sembrador.
Si no se puso ningún abono de fondo, se debería acompañar la sementera con un abonado de la misma fórmula.
Al terminar de sembrar y aplicar el abono, es cuando debemos pasar el rulo, con precaución y tratando de que la semilla quede unida íntimamente con el suelo. La mayoría de semillas de uso normal, tardarán de 8 a 15 días en germinar, por lo que aplicar una capa de cubre siembras, además de que retrasa el nacimiento, obliga a volver a pisotear el terreno y, si no hay experiencia, podemos aplicarla con diferentes espesores, por lo que pienso que no vale la pena.
La semilla va a germinar igual y si se riega de una forma que siempre esté húmeda, los pájaros y hormigas apenas van a afectarle.
El riego adecuado, fundamental
El riego es primordial, debe realizarse todas las veces que veamos que hace falta, para impedir que llegue a secarse la capa superficial del terreno. Los riegos deben ser de corta duración para evitar arrastres. A medida que vayan pasando los días, iremos viendo que cada vez serán menos las veces que tengamos que regar, ya que el terreno poco a poco irá humedeciéndose profundamente, pero en ningún caso debe dejarse de regar.
Seguramente entre 8 y 12 días comenzará a verse una especie de verdor en el terreno (dependiendo del clima, algunas especies incluso antes). Aún deberemos seguir regando impidiendo la sequedad superficial.

Nada de pereza a la hora de segar
Posiblemente a las tres o cuatro semanas, habrá que dar la primera siega. La primera vez debemos segar un poco alto, a 8 o 10cm y en las sucesivas se irá rebajando la altura hasta dejarla en la recomendada según la clase de semilla.
El mantener una siega regular y una altura de la hierba estable, va a provocar la desaparición de las llamadas Malas Hierbas que puedan nacer acompañando el césped, y además evitaremos así el uso de herbicidas preventivos.
La costumbre de cortar muy raso y dejar crecer muy alto el césped para distanciar los días de siegas, y evitarse trabajos, traerá consigo el debilitamiento de las plántulas, y el nacimiento de malas hierbas continuamente, que competirán por los nutrientes y en algunos casos terminarán invadiendo la zona. Si esta invasión la realizan gramíneas no deseadas, os veréis en un problema complicado para eliminarlas.
Mantenimiento
Mantener un césped en perfectas condiciones requiere un esmerado cuidado.
Es quizás la labor más difícil, pues debes mantener el corte a la medida adecuada -alto en verano y más corto en invierno-, utilizar abonos especiales para césped, manteniendo el calendario habitual de abonados, en primavera recebar y airear y, en octubre, escarificar (poda vertical con herramienta especial), así como controlar el ataque de hongos sobre todo en verano.
El aporte de abono químico, a razón de 30-50g por m2 es imprescindible; en marzo, mayo y junio, debe ser rico en nitrógeno, por ejemplo un 16-5-10 y en octubre uno equilibrado, por ejemplo 15-9-15.
Riega por la mañana, pues de lo contrario se infectará de hongos. Es probable que en época de máximo crecimiento -Junio/Julio- amarillee un poco; en este caso pulveriza con un abono foliar rico en magnesio.
Si quieres disfrutar de tu césped a lo largo de todo el año en perfectas condiciones debes prepararlo ya.
¡Ah¡ y la máquina de segar siempre a punto, bien afilada y limpia.

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