Líneas exuberantes refrenadas para devenir modernas, simples y limpias
Este diseño redefine la noción de “patio trasero”. El jardín resulta altamente gráfico cuando se puede contemplar desde arriba, pero al entrar en él, el diseño se revela diferente, animado por el movimiento que genera y por la contemplación que nos reserva.
Visual y movilizador
El jardín proporciona una conexión sutil con la arquitectura del hogar. Y aunque es muy visual, no resulta nada estático. El diseño es mutable, refleja el cielo durante el día, y emite un suave resplandor en la noche, se mueve con el viento, y expresa las estaciones.
La remodelación del jardín se realizó bajo la premisa que, la pareja propietaria, deseaba crear un nuevo paisaje, un nuevo hogar que pudiese acoger a sus hijos y nietos.
El arquitecto ensambló una nueva construcción de dos estructuras para formar un nuevo hogar, con un aspecto abierto, diseño limpio, moderno y con influencia de elementos circulares de gran fuerza. La característica central del hogar es una escalera espiral con una cinta de acero inoxidable que une los tres pisos de la casa.
La esencia de la estructura permitió que el tratamiento del paisaje fuese otro elemento fundamental en el diseño, tanto para el interior como para el exterior del hogar.
El arquitecto planeó instalar una piscina que actuara como una gran lámina reflejante, y de forma circular en la zona posterior para que actuara como una literal continuación del aspecto helicoidal creado por la escalera.
El presupuesto de la piscina era excesivo, así que el desafio fue crear una transición lisa entre la estructura residencial y el paisaje construido. Después de crear y de abandonar tres planes que integraban las esculturas circulares en el paisaje construido, el paisajista decidió que una traducción literal de la forma circular no era viable en el espacio existente. Así que solucionó el problema reinventando un acoplamiento estético entre la casa y el paisaje de forma más metafórica que literal.
La forma circular se tradujo a las ideas de expansividad y horizontalidad, así como a la reflectividad de la lámina de agua. Ello también fue una metáfora para la extensión que sufriría la vida de la pareja, incrementando su vida afectiva con la aparición de toda su familia.
Una idea de laberinto
Los clientes también deseaban reproducir la imagen de un laberinto y el paisajista integró la idea de caminar creando una trayectoria indirecta del jardín, que facilita una forma de evasión de los límites espaciales. El juego entre la simplicidad y la expansividad queda representado físicamente en el paisaje por el tratamiento del acero inoxidable que atraviesa el jardín y refleja el cielo que las paredes construidas en hormigón negro coloreado integralmente hacen realzar su reflectividad y la horizontalidad del espacio.
Las filas de campanillas, de anémonas japonesas, del bambú enano, y de lirios alinean las paredes, realzando las linealidades de los jardines y la sensación contemplativa de meditación. Los árboles que incluyen abedules a lo largo de la cerca defienden el jardín de miradas vecinas y agregan interés estacional en otoño. Los bulbos del narciso marcan el espacio. Las luces del cobalto LED acentuan la horizontalidad del diseño y destacan sus líneas en la noche. Luces más pequeñas del acero inoxidable en las escaleras hacen el jardín navegable en la oscuridad.
El diseño realza la belleza de la alquimia. Desde el cenit, el paisaje es lineal y altamente gráfico, mientras que en la tierra, a nivel, el jardín ofrece una sensación de calma, que invita a la meditación. En la noche, la iluminación azul, las flores blancas, y la elasticidad de la corteza del abedul crean en el área una sensación fantasmagórica, onírica, de sueño
A destacar
Una consideración importante en la ejecución de este proyecto era el cambio del grado entre el frente y los espacios posteriores y entre las esquinas del norte, del sur, de las del este y del oeste del jardín. El acero inoxidable a tiras fue utilizado para manejar el cambio de la elevación. El espacio requirió un plan del diseño camaleónico con la naturaleza: durante la noche y durante el día, y en todas las estaciones.
El arce japonés actúa como escultura para que en el paseo se pueda detener para su contemplación y tras ello se cambie la dirección y se inicie de nuevo el recorrido.
Los abedules y las cercas de madera dan al jardín un sentido del recinto. Los narcisos y las campanillas se plantan debajo de los abedules para atraer a los pájaros y para proporcionar interés estacional.
Las tiras del acero inoxidable reflejan la luz del cielo y repiten el diseño de los balcones de la casa.
Las rejillas del balcón crean sombras sobre el pavimento de grava, creando la ilusión de la grava rastrillada. Esto se realizó evocando los patrones de la grava que hallamos en jardines secos en los templos japoneses de Zen.
La iluminación y las luces azules del LED dan a jardín una atmósfera misteriosa junto con la fachada la casa y con el refuerzo del aspecto del acero inoxidable.
En la noche, las barras de cristal verdes se encienden hacia arriba, en la fachada de la casa, repitiendo el efecto que crean las luces azules del LED en el jardín.
Espacio contemplativo
Proyecto Arquitectura del Paisaje, Andrea Cochran
San Francisco, California
Líneas exuberantes refrenadas para devenir modernas, simples y limpias