Descubre estos utensilios que te ayudaran a mantener la forma y la salud de las plantas y los árboles.
La poda es una actividad que debe realizarse en algunos casos en arbustos, plantas, árboles… pero siempre debes hacerlo en las épocas adecuadas a cada planta y árbol o en casos extremos para intentar salvarlos de algún problema que hayan sufrido.
Para ello necesitaras utilizar la herramienta precisa para cada caso y esta elección la deberás hacer en función de la cantidad de cortes que debas realizar, así como del grosor de las ramas. Una vez planteada esta primera idea, la decisión principal radicará en la diferencia entre usar herramientas cortas (manuales) o eléctricas.
Herramientas cortas o manuales: permiten cortar desde ramas pequeñas (menos de 2,5 centímetros de diámetro) a otras algo mayores (para ramas de hasta 10 centímetros de diámetro). Entre éstas herramientas podadoras encontramos las tijeras, las sierras, cizallas y serruchos.
Según la configuración de la cuchilla éstas herramientas pueden ser de dos estilos:
a) de golpe: que se diferencian por tener una cuchilla recta y al, apretar las asas, la podadora corta la rama apoyándose contra un pequeño yunque.
b) de paso: su hoja cortante es curva y funciona igual que unas tijeras comunes.
En general, las más habituales y recomendables son las herramientas de paso.
Esta variedad de podadoras pueden utilizar mangos cortos o largos, dependiendo de la necesidad de precisión o de la accesibilidad de las ramas.
Herramientas eléctricas: son muy útiles cuando precisamos podar muchos árboles y para ramas muy gruesas, de más de 10 centímetros de diámetro. Obviamente estas herramientas son muy caras y si no les vamos a dar un uso habitual será mejor recurrir a otros instrumentos. Entre éstas herramientas están las motosierras o sierras de cadena y las garrochas que deben ser utilizadas por personas cualificadas.
Además de tener la herramienta adecuada, es importante asegurar un buen mantenimiento y afiliado de las herramientas para que realicen su tarea de manera efectiva.
Si no tienes un jardín demasiado grande y si todavía debes adquirir tus primeras herramientas, entonces una podadera es básica. Existen dos tipos: la de doble filo y la de uno. Ésta, también denominada ‘tipo de yunque’, exige el menor esfuerzo y suele ser más económica.
El ‘pico de papagayo’ (de doble filo al contrario) da un corte algo más bonito y es más fácil de manejar en lugares de difícil acceso. Ambas son aptas para las ramas más bien pequeñas, hasta un grosor de 2 a 3 cm. como máximo. Si eres zurdo, debes saber que también se encuentran en el mercado herramientas pensadas para ser usadas con la mano izquierda. Para los trabajos más duros hay que recurrir a las herramientas de mangos largos. Gracias a éstos, que funcionan como palancas, hay que hacer menos fuerza para cortar las ramas más gruesas.
La Sierra de leñador y otras herramientas similares son imprescindibles para los árboles más gruesos. Se diferencian en las sierras de carpintero en que los dientes, que son más anchos, no se atascan tan fácilmente en la madera viva. Además, corta al tirar de ella y no al empujarla, una característica muy práctica para los trabajos de altura.
La mayoría de las sierras de podar tiene dientes en ambos lados: los más gruesos se utilizan para el trabajo pesado, los finos, para el último toque. No obstante, una sierra que corte por ambos lados no es muy práctica en las ramas que crecen muy cerca unas de otras, ya que, al serrar, se podrían provocar daños en las ramas vecinas. La llamada sierra griega tiene una hoja torcida, que termina en una punta aguda con dientes inclinados y es muy práctica para espacios estrechos. Una sierra de podar más pequeña con sólo dientes por un lado también es una buena solución.
Aparte de estos básicos, hay otros dos utensilios muy prácticos. En primer lugar la podadera para ramas altas. Con ella puedes recortar hasta una altura de 2,5 m. Se maneja por medio de una palanca y un hilo, y en el extremo hay un gancho; moviendo la palanca hacia arriba o hacia abajo, el cuchillo de la podadera corta la rama, que es sostenida por el gancho en el extremo de la podadera.
Si tienes setos o arbustos que deben podarse para darles una forma concreta, deberás tener en tu conjunto de herramientas básicas las imprescindibles tijeras de jardinero. Sin embargo éstas no son muy precisas al podar y, por lo tanto, sólo valen para los arbustos. Y es que casi todas las variedades de setos tienen tantos botones que son capaces de sobrevivir cualquier tratamiento por muy rudo que éste sea.
Aparte de las tijeras de hojas lisas, también puedes encontrar las de hojas onduladas, ideales para los setos formados por tuya (Thuja occidentalis) o Cupressocyparis leylandii. Estas especies desprenden una sustancia gomosa, por la que los cuchillos lisos enseguida se atascarían o cortarían con más dificultad, lo que podría provocar la rotura de las ramas. Las tijeras de jardinero con hojas onduladas no tienen este problema y suelen ofrecer resultados más bonitos. Si tienes setos de una longitud de varios metros, tal vez merece la pena considerar la posibilidad de adquirir un cortasetos eléctrico.
Un buen mantenimiento
La mayoría de las herramientas para podar exige poco mantenimiento. Una gotita de aceite en las partes giratorias después del uso evita que se atasquen en la siguiente poda. Las hojas de sierra se deben limpiar después del uso, con un paño con un poco de aceite. Si has cortado árboles o arbustos enfermos, hay que limpiar el conjunto con un desinfectante o con una dilución de lejía, para eliminar posibles gérmenes patógenos. También los artilugios de calidad deben afilarse al final de la temporada.
Organízate
Disponer de las herramientas adecuadas y de una buena organización del trabajo en el jardín es algo básico, tanto para el mantenimiento de cualquier jardín como para que no expongas tu salud a ningún riesgo. Es decir, lo primordial es que sepas distribuir las tareas y cuentes con el equipo de trabajo necesario. Con ello facilitarás el desarrollo de cualquier labor en el jardín, sin necesidad de realizar un desgaste físico excesivo o que determinadas partes del cuerpo acaben acusando el esfuerzo. Si no utilizas correctamente las diferentes herramientas, tu espalda se resentirá.
La mejor técnica de poda de setos consiste en comenzar realizando el primer corte en círculo sobre la zona más baja, realizando esta actividad en cuclillas (con las rodillas flexionadas). Posteriormente, debes partir de esa primera línea para podar hacia arriba, algo que se realizará arrancando de la posición de cuclillas hasta ir estirando poco a poco las piernas. Con respecto a la posición de las manos y de la propia herramienta, debes saber que las hojas de la tijera deben estar apoyadas sobre la estructura que tiene previamente establecida el seto y nunca debes levantar la tijera porque si no se producirán trasquilones. Lo mejor es que realices todo el corte de abajo arriba de un tirón para que la tijera no se vaya de un lado a otro. Y debes recordar que, según coge el corta-setos, las manos deben de quedar fuera de lo que es el seto, es decir que lo que debes entrar es la tijera en sí porque de lo contrario se producirán irregularidades.
La poda, un trabajo básico de jardinería, facilita que las plantas crezcan de un modo más equilibrado, y que las flores y los frutos vuelvan cada año con regularidad. Lo mejor es dar forma cuando los ejemplares son jóvenes, de modo que exijan pocos cuidados cuando sean adultos. Además de saber cuándo y cómo hay que podar, tener unas herramientas adecuadas para esta labor es también de vital importancia. Hoy en día existen útiles especiales para cualquier tipo de poda, variando en precio y calidad. Hay materiales ligeros, herramientas que funcionan a distancia… No obstante, es importante calcular cuántas veces crees que deberás usar unas determinadas tijeras, y comprar algo en función de ese cálculo. Está claro que no necesitamos todos los artilugios para podar que se ofrecen en el mercado. Sin embargo, este tipo de útiles debe cumplir una serie de requisitos: obviamente, cortar siempre bien, también no ser demasiado ligeros (para evitar que se desmonten con las primeras tareas) y que dispongan de un mecanismo de resorte de modo que no sea necesaria mucha fuerza en el manejo.
Afilado y limpieza
Es imprescindible un buen afilado para hacer cortes limpios y con menos esfuerzo. Para ello puedes usar una piedra de afilar. Para la cadena de la motosierra, hay limas finas especiales, pero cada cierto tiempo, deberás cambiar la cadena por otra nueva. Además de afiladas, las herramientas deben estar limpias y desinfectadas. La idea es prevenir la propagación de enfermedades (hongos, bacterias o virus) a un árbol sano después de podar otro contaminado y también evitar que se oxiden las partes metálicas. La necesidad de desinfectar será mucho menor si se poda en invierno, cuando estos parásitos están más inactivos por el frío, pero también es conveniente. Para limpiarlas puedes hacerlo con agua y jabón, y si tiene restos de resina de Coníferas, usar gasoil. Para desinfectarlas lo más corriente es la lejía diluida en agua (1 parte de lejía por 9 de agua). Las herramientas se sumergen en esta solución 1 ó 2 minutos. Como la lejía es corrosiva para el metal (lo oxida), lava después con agua y jabón y seca y es conveniente untar posteriormente la herramienta con aceite de máquina antes de guardarla. Los aceites de comer (girasol, oliva, etc.) no la protegen sino que contribuye a su oxidación.