Este proyecto fue encargado por una pareja, con el objetivo de que su casa de vacaciones poseyera un jardín que les permitiera disfrutarlo en compañía de sus invitados.
La parcela objeto de este proyecto está ubicada junto a la ría, por lo que todas las plantas seleccionadas lo fueran con la precaución de soportar los vientos con sales marinos.
Las paredes exteriores de la casa están cubiertas con placas de granito, que sirvieron como punto de partida para la paleta de colores del jardín. Las farolas fueron elegidas de acuerdo con el estilo y color de la carpintería metálica existente, sobretodo en lo que se refiere a las barandillas de las escaleras.
Todas las zonas de plantación fueron cubiertas con una malla antihierbas, sobre la cual se dispuso una capa de gravilla de granito. El sistema de irrigación automática se instaló entre la malla antihierbas y la capa de gravilla.
El jardín delantero es una zona de acogida, en la que se disfruta de las vistas sobre la ría. Por este motivo, fue creada una zona semicircular de estancia, donde se ubicarán algunos muebles de exterior. La circulación alrededor de la casa se hace por dos pasillos de cuadrados de pizarra, asientes sobre unas bases de hormigón. En un de los laterales se instaló una ducha exterior, complemento necesario para la pequeña playa que está ubicada al fondo de la calle.
Las traseras de la parcela presentan una diferencia de cota significativa entre sus extremidades. A partir de esta pendiente, se crearan dos terrazas, conectadas por cinco peldaños en granito. Las terrazas están construidas en hormigón, que está recubierto por cuadrados de la misma pizarra verde que se utiliza en todo el jardín. Como remate a las terrazas, y para evitar la penetración de la gravilla en las mismas, se construyó un bordillo en granito.
Se diseñó una fuente para la zona de estar en las traseras, como un elemento decorativo de grandes dimensiones que transmite una identidad propia a aquella zona del jardín. Dicha fuente está construida en acero cortén, y se emplaza en un molde de cuarcita verdidorada, acabado en junta seca. La fuente dispone de un circuito abierto y otro cerrado, que permiten controlar el flujo de agua, y están conectados a la tubería exterior de la casa.
En la zona de comidas al aire libre, se sitúa una vasija de grandes dimensiones, que hace el contrapunto con la fuente, e identifica el carácter funcional de esta zona.
Todas las plantas elegidas para el proyecto son perennes y se caracterizan por un alto grado de autosuficiencia, no necesitando apenas mantenimiento, por lo que mantienen una apariencia cuidada durante todo el año, y, más importante, una vez que se trata de una casa de vacaciones, en los meses de verano. El mantenimiento del jardín se resume entonces a la poda anual del seto y a la limpieza eventual de las hojas marchitas, sobretodo las de los Phormium tenax purpureum.
El riego se hace por goteo automático, y por microaspersión en la zona de la entrada, donde están plantados ejemplares de Scleranthus uniflorus. Una vez bien instalado y desarrollado, el Scleranthus tomará la apariencia de pequeños montículos siempre verdes, aunque, eso sí, no soportarán el pisoteo.
Se trata de un jardín cuyas cualidades estéticas, aliadas a una gran practicidad, permitirán un disfrute intenso e inmediato en las ocasiones en las que la casa esté habitada.
La vegetación incluye una pareja de Cycas revoluta, algunos Phormium tenax purpureum, Cordyline australis ’Red Star’ y Yucca filamentosa. También se utilizaran algunos Coleonema pulchellum, Carex comans ‘Bronze’, Carex hachijoensis y Scleranthus uniflorum. La idea ha sido crear una mezcla de colores y contrastes, en la que los rojos profundos y los bronces fueran matizados por los tonos verdes y grisáceos de los cuadrados de pizarra que se distribuen por todo el jardín.
Este proyecto fue encargado por una pareja, con el objetivo de que su casa de vacaciones poseyera un jardín que les permitiera disfrutarlo en compañía de sus invitados.
La parcela objeto de este proyecto está ubicada junto a la ría, por lo que todas las plantas seleccionadas lo fueran con la precaución de soportar los vientos con sales marinos.
Las paredes exteriores de la casa están cubiertas con placas de granito, que sirvieron como punto de partida para la paleta de colores del jardín. Las farolas fueron elegidas de acuerdo con el estilo y color de la carpintería metálica existente, sobretodo en lo que se refiere a las barandillas de las escaleras. Todas las zonas de plantación fueron cubiertas con una malla antihierbas, sobre la cual se dispuso una capa de gravilla de granito. El sistema de irrigación automática se instaló entre la malla antihierbas y la capa de gravilla.
El jardín delantero es una zona de acogida, en la que se disfruta de las vistas sobre la ría. Por este motivo, fue creada una zona semicircular de estancia, donde se ubicarán algunos muebles de exterior. La circulación alrededor de la casa se hace por dos pasillos de cuadrados de pizarra, asientes sobre unas bases de hormigón. En un de los laterales se instaló una ducha exterior, complemento necesario para la pequeña playa que está ubicada al fondo de la calle.
Las traseras de la parcela presentan una diferencia de cota significativa entre sus extremidades. A partir de esta pendiente, se crearan dos terrazas, conectadas por cinco peldaños en granito. Las terrazas están construidas en hormigón, que está recubierto por cuadrados de la misma pizarra verde que se utiliza en todo el jardín. Como remate a las terrazas, y para evitar la penetración de la gravilla en las mismas, se construyó un bordillo en granito.
Se diseñó una fuente para la zona de estar en las traseras, como un elemento decorativo de grandes dimensiones que transmite una identidad propia a aquella zona del jardín. Dicha fuente está construida en acero cortén, y se emplaza en un molde de cuarcita verdidorada, acabado en junta seca. La fuente dispone de un circuito abierto y otro cerrado, que permiten controlar el flujo de agua, y están conectados a la tubería exterior de la casa.
En la zona de comidas al aire libre, se sitúa una vasija de grandes dimensiones, que hace el contrapunto con la fuente, e identifica el carácter funcional de esta zona.
Todas las plantas elegidas para el proyecto son perennes y se caracterizan por un alto grado de autosuficiencia, no necesitando apenas mantenimiento, por lo que mantienen una apariencia cuidada durante todo el año, y, más importante, una vez que se trata de una casa de vacaciones, en los meses de verano. El mantenimiento del jardín se resume entonces a la poda anual del seto y a la limpieza eventual de las hojas marchitas, sobretodo las de los Phormium tenax purpureum.
El riego se hace por goteo automático, y por microaspersión en la zona de la entrada, donde están plantados ejemplares de Scleranthus uniflorus. Una vez bien instalado y desarrollado, el Scleranthus tomará la apariencia de pequeños montículos siempre verdes, aunque, eso sí, no soportarán el pisoteo.
Se trata de un jardín cuyas cualidades estéticas, aliadas a una gran practicidad, permitirán un disfrute intenso e inmediato en las ocasiones en las que la casa esté habitada.
La vegetación incluye una pareja de Cycas revoluta, algunos Phormium tenax purpureum, Cordyline australis ’Red Star’ y Yucca filamentosa. También se utilizaran algunos Coleonema pulchellum, Carex comans ‘Bronze’, Carex hachijoensis y Scleranthus uniflorum. La idea ha sido crear una mezcla de colores y contrastes, en la que los rojos profundos y los bronces fueran matizados por los tonos verdes y grisáceos de los cuadrados de pizarra que se distribuen por todo el jardín.