La utilización de bulbosas como plantas ornamentales se remonta al siglo XVI, con la llegada a Viena, y más tarde a los Países Bajos, de bulbos procedentes de Turquía. Este hecho marcó el inicio de la tradición del cultivo de bulbosas, que hacia 1630 dio lugar en los Países Bajos al fenómeno de la «tulipmanía».
Las variedades obtenidas eran codiciadas por las clases altas por su exotismo y por razones de status. La tulipmanía arruinó a muchos comerciantes holandeses en 1637, año en que a causa de la fuerte competencia en el mercado no pudieron vender sus bulbos a precios tan altos como solían hacerlo.
El término «bulbosa» abarca un gran número de plantas que se caracterizan por tener órganos subterráneos de tejido de reserva. El ciclo anual de estas plantas comprende un período de crecimiento, generalmente en la estación húmeda, durante el cual la planta consume las reservas almacenadas en el bulbo, al que sigue la floración y formación de las semillas. Al periodo de crecimiento le sigue otro de reposo, en el cul las hojas suelen marchitarse y la planta queda latente. Algunos bulbos se componen de escamas que nacen de un disco basal. Estas son hojas modificadas en las que se acumula el tejido de reserva.
Narcisos, liliums, jacintos y tulipanes son bulbosas auténticas. Sin embargo, ciertas plantas como el azafrán, las fresias y gladiolos, a pesar de parecerse a las bulbosas, se conocen en realidad como cormos. También algunas plantas de raíz tuberosa como las especies de Cyclamen, o plantas de tallos subterráneos modificados -rizomas-, como la anémona silvestre se incluyen a menudo en la categoría general de bulbosas. Por el contario, otras como por ejemplo la dalia, suelen clasificarse junto con las herbáceas perennes.
Producción
Producción La producción holandesa de bulbos de flor, la mayor a nivel mundial, ha aumentado considerablemente a lo largo de las últimas décadas. En 1960, el total de la superficie dedicada al cultivo de bulbos alcanzaba cerca de las 10.000 ha, mientras que en 1996 la superficie aumentó hasta llegar las 17.820ha. Por el contrario, el número de empresas que se dedican al cultivo de bulbos ha disminuido considerablemente. El incremento de la superficie de cultivo ha sido posible gracias a una mayor utilización de sistemas mecanizados.
En la actualidad, la producción holandesa de bulbos representa el 65% del total mundial, produce aproximadamente un total de 9 billones de unidades de bulbos -3 billones de las cuales son tulipanes- y de ellos, destina 7 billones a la exportación. En este país existen 3.160 productores y 540 empresas que se dedican a su distribución -incluida la exportación-. Las exportaciones se dividen en dos grupos: las ventas «secas» -bulbos para su posterior plantación en parques y jardines- y ventas para la industria -bulbos para produccioes de flor cortada y en maceta-. A pesar del elevado número de empresas exportadoras, el 75% de esta venta la gestionan sólo un total de 70 empresas.
El tulipán es el principal bulbo producido a nivel ornamental, sus exportaciones se estiman del orden de los 2 biliones de unidades anuales. A éste le siguen gladiolos (1,4 billones), liliums (559 millones), iris, narciso, anemonas y jacintos. Otro importante grupo de bulbosas ornamentales, aunque no tan importante, si representativo a nivel de producción industrial y ventas es el formado -por orden de importancia- por: fresia, muscaris, allium -selecciones ornamentales-, oxalis, dalias, sparaxis, scilla, galanthus, ixia, begonia, chionodoxa, brodiaea, acidanthera, ranúnculos, fritillaria, puschkinia y montbretia.
EE.UU importa el porcentaje más elevado de bulbos holandeses -en la campaña 1994/95 ascendió a 1.162,5 millones de unidades o 210 millones de florines, de las cuales 313,2 millones de unidades eran de tulipanes y 167,6 de gladiolos-. Del mercado de bulbos norteamericano, el 60% procede de Holana, el 9% de Gran Bretaña, el 6% se importa de otros países y el 25% corresponde a su propia producción. Alemania es el segundo importador de bulbos holandeses, con un total de 186 millones de florines en la campaña 1994/95 y sin variación respecto a campañas anteriores. La siguen Japón con 178 millones de florines -en la misma campaña- y un aumento de 23% respecto a la campaña anterior; Italia con 134 millones; Francia con 120 millones; Reino Unido 88 millones y Canadá 28 millones. El resto de exportaciones holandesas hacia otros países asciende a 330 millones de florines en la campaña 1994/95, un 7% más que la campaña anterior, y con un aumento de 5% global del total de exportaciones en todo el mundo.
Detrás de Holanda, EE.UU es el segundo productor mundial, seguido por Francia, Japón, Italia, Reino Unido, Israel, Brasil y España. En los últimos años, destaca la producción japonesa, sobre todo en lilium, especie en la que, junto a Holanda son líderes en producción y exportación. La producción francesa es básicamente para autoconsumo, igual que sucede en Italia y Reino Unido, dedicando arte de sus producciones bulbosas a la naturación de sus pueblos y ciudades en plantaciones de macizos, parterres y jardineras. De la producción del Reino Unido destaca la especialización en narcisos.
Consumo
Italia, Francia y España son los principales consumidores de bulbos de flor, hecho que destaca notablemente en contraste a las cifras de producción.
Por orden, detrás de España, son los Países Bajos, Alemania, Reino Unido y EE.UU los otros principales consumidores.
Variedades
El surtido es extenso, pero las grandes producciones industriales se centran en unas pocas variedades comparativamente al elevado número de variedades existentes. Generaciones de ensayos y adaptaciones climáticas particulares han llevado a la actualidad a unas 12.000 distintas variedades de bulbosas ornamentales. Por ejemplo, en tulipanes existen unas 3.500 variedades en el mercado, de las cuales menos 40 representan el 90% de la producción mundial.
El tulipán continúa siendo el bulbo más popular. Durante los últimos diez años la tendencia han sido los colores pastel. Sin embargo, el rojo y el amarillo han sido siempre los tulipanes preferidos de muchos de los consumidores del mundo, aunque ir en consonancia con la moda no ha sido siempre fácil para la industria de los bulbos. Normalmente son necesarios doce o trece años, incluso más, para obtener una nueva variedad de tulipán para el mercado. Las nuevas variedades que han sido bautizadas y aceptadas por la industria a menudo no están disponibles en grandes cantidades hasta al cabo de 5 o más años después.
A nivel mundial, en tulipán, la variedad amarilla «Monte Carlo» es el lider desde hace años, le sigue «Golden Apeldoorn», «Prominence», «Christmas Marvel», «Apeldoorn» y «Negrita». «Attila», «Cassini» y «Blenda» son otras de las variedades populares.
En narcisos, «Carlton» y «Dutch Master» son, por orden, las principales variedades cultivadas.
En iris, «Blue Magic» destaca por encima de todas las otras, aunque «Profesor Blaauw», «Blue Diamon» y «Apollo» son otras importantes variedades.
En narcisos, destaca «Pink Pearl», seguida por «Delft Blue» y «White Pearl».
En lilium, «Star Gazer» de color rojo-blanco es el más cultivado, seguido por el blanco «Snow Queen». En producciones muy por debajo de estas dos están «Pollyanna», «Vivaldi», «Casa Blanca», «Elite» y «Acapulco».
En gladiolos es donde existe la mayor revolución varietal. Aún su aumento en superficies cultivadas, las variedades rojo pálido y púrpuras son las que han perdido más puestos en el mercado. Por variedades y colores «White Prosperity» en blanco, «Peter Sears» en naranja, «Mascagni» en rojo, «Priscilla» en rosa y «Nova Lux» en amarillo, son las más populares.