Cierto que a veces para desconectar, tenemos que conectar con la naturaleza?
A veces no, siempre deberíamos de estar conectados con la naturaleza. Existen estudios que así lo demuestran: las personas que viven cerca de un parque o una zona verde tienen una calidad de vida superior a las que viven alejadas de ellas.
Y, ¿cómo influye en la salud y en el estado de ánimo de las personas?
Son personas más felices, optimistas y su grado de sufrimiento se ve disminuido. Si además están en contacto directo, manipulando plantas o cultivando un jardín o un huerto, los beneficios son tanto psíquicos como físicos.
El huerto en casa es una tendencia en alza ¿por dónde empezamos?
Hoy en día y con las nuevas técnicas de cultivo, cualquier hortaliza que se cultive en el huerto se puede cultivar en nuestra casa con éxito asegurado. Lo ideal es una mesa de cultivo pero sino disponemos de este espacio basta con un tiesto de 25 cm de diámetro para cultivar, por ejemplo, lechugas o judías.
¡Cosechamos nuestros propios alimentos!
Exacto, en verano podemos cultivar tomates, berenjenas y calabacines; y, en invierno, plantaríamos zanahorias, coliflores, ajos…
Háblanos de la importancia del agua en la horticultura doméstica
El agua es el elemento más importante juntamente con el sol para el crecimiento de las plantas. El riego con agua equilibrada asegura un éxito en el cultivo. Una planta con escasez de agua o una planta regada con aguas muy cloradas o calcificadas puede ser incluso el motivo de su muerte.
¿Qué plantas requieren una atención especial?
Todas deberían regarse con agua descalcificada, exenta de contaminantes, si no queremos verlas apagadas o con pequeñas manchas grises. Sobretodo los bonsáis, son especialmente delicados y no resisten las altas cantidades de sodio que contiene el agua. Regar con agua pura hará que las hojas luzcan brillantes.
Cinco consejos para cuidar saludablemente una planta de interior
Adecuaremos el entorno a una temperatura de 16-22º, mucha luz -natural o artificial-, la humedad ambiental muy elevada y alejarse de las fuentes de calor, frío y corrientes de aire. En verano es recomendable regar con abundancia para mantener la tierra húmeda y evitar la sequedad de las raíces capilares. Es importante dejar secar la tierra entre riego y riego.
¿Existe una solución sostenible para combatir las plagas en las plantas?
Lo mejor para combatir estos enemigos como los insectos, los hongos y las bacterias es la lucha biológica. En el mercado encontraremos una gran variedad de productos biológicos muy eficaces como el aceite de neem, respetuoso con el medio ambiente.
Una situación muy frecuente es cuando queremos conservar una flor en un jarrón. Parece sencillo, pero ¿qué pasos debemos tener en cuenta?
Para alargar la vida de una flor cortada hace falta cambiar a diario el agua del jarrón, cortar un trozo de tallo y que las hojas no entren en contacto con el agua. Además es recomendable añadir un conservante para neutralizar el agua debido al contacto del tallo con ésta.
“Todas las plantas deberían regarse con agua descalcificada, sin cal, químicos, ni metales pesados”
Contacto directo con la naturaleza
Según señalan diferentes estudios, acercarnos a la naturaleza mediante el cuidado de una planta o un cultivo nos hace más felices y es que la práctica de la jardinería conlleva beneficios físicos y mentales. La creciente preocupación por llevar a cabo un estilo de vida ecológico exige de técnicas innovadoras y sostenibles con el medio ambiente como por ejemplo el uso de insecticidas biológicos o el riego con agua tratada por descalcificadores. Las lobelias, verbenas, petúnias y alegrías son algunas de las plantas que florecen en primavera-verano.