
La plantación de plantas perennes están en aumento debido a su capacidad para almacenar carbono en el suelo durante más tiempo. Esto incluye versiones perennes de vegetales comestibles como col rizada, espárragos y brócoli, y en ornamentales como la aucuba, los vilburnums o el laurel. Así como la instalación de pequeños bosques alimentarios y ornamentales perennes en terrazas y patios.
Además de su capacidad para almacenar carbono y mejorar la salud del suelo, las plantas perennes ofrecen múltiples beneficios tanto para el medio ambiente como para los jardineros. Estas plantas requieren menos mantenimiento, ya que no es necesario replantarlas cada año, lo que ahorra tiempo y recursos. Al tener sistemas de raíces profundas, las plantas perennes son más eficaces en la conservación del agua y la prevención de la erosión del suelo. Estas raíces profundas también permiten a las plantas acceder a nutrientes que las plantas anuales no pueden alcanzar, lo que mejora la fertilidad del suelo a largo plazo.
La ventaja de las plantas perennes es su capacidad para proporcionar hábitats estables para la vida silvestre. Al no ser perturbadas anualmente, estas plantas crean entornos ideales para insectos, aves y otros animales pequeños, fomentando la biodiversidad en el jardín. Además, muchas plantas perennes florecen en diferentes épocas del año, proporcionando una fuente continua de alimento para polinizadores y otros organismos beneficiosos.
