Los árboles que viven en las ciudades están sometidos a condiciones muy diferentes a las de su medio ambiente natural. Modificando los patrones de desarrollo y crecimiento y en muchos casos la poda se hace necesaria para mantener sus condiciones ornamentales en buen estado.
El crecimiento de los árboles depende sobretodo de su especie y de los factores medioambientales que que intervienen en su desarrollo.
*Cantidad y dirección de la Luz
*Emplazamiento.
*Humedad, tanto del ambiente como del suelo
*Drenaje.
*Suelo y cobertura del suelo
*Amplitud térmica
*Plagas y enfermedades
*Contaminación ambiental y del suelo.
La limitación más importante que encuentra un árbol para crecer en la ciudad es la restricción de volumen tanto a nivel aéreo como radicular. El volumen aéreo se ve reducido por la presencia de construcciones, calzadas alumbrados, semáforos, tendidos aéreos, etc.
El volumen radicular también tiene unas limitaciones de espacio importantes ocasionadas por la escasa profundidad y por el diámetro de los alcorques, la compactación y las irregularidades del suelo, los tendidos subterráneos, la esterilidad y la toxicidad del suelo. Estas restricciones, junto con una mala nutrición, producen un desequilibrio entre el volumen aéreo y el subterráneo que llevan al árbol a una debilitación general. La poda reequilibrará el árbol y le permitirá un desarrollo correcto.
Antes de podar debe considerarse el efecto que se producirá. Es muy fácil debilitar a un árbol utilizando técnicas incorrectas, por cortar demasiadas ramas al mismo tiepo o bien por popdar en una época del año poco adecuada.
La poda es una técnica que consiste en eliminar ramas o partes de ramas del árbol respondiendo siempre a unos motivos concretos. Cada corte debe estar hecho correctamente, con la herramienta adecuada, afilada recientemente. Estos cortes nodeben ser superiores a 5-7 cm. de diámetro para ahorra al árbol procesos complicados de cicatrización. Deben evitarse las podas demasiados drásticas ya que podrían modificar las condiciones normales de desarroollo fisiológico del árbol con consecuencias negativas para éste.
Como regla general, no conviene cortar más de una cuarta parte de las ramas vivas al mismo tiempo, o más de una tercera parte del ramaje total en un mismo año.
Cortar gran cantidad de ramas reduce la capacidad de fotosíntesis del árbol y por lo tanto bajan sus niveles de alimentación. Además se expone a las ramas interiores a una radiación solar directa que producirá quemaduras en las superficies poco acostumbradas a la luz.
Sin embargo, es conveniente hacer una poda ligera, preventiva, para dar a un árbol un cuidado que le permita desarrollarse correctamente en el medio urbano. Este tipo de poda es la llamada poda de mantenimiento, de escasa envergadura y que no hace ningún daño al árbol sino todo lo contrario.
Las podas de mantenimiento son:
*La poda de ramas muertas o rotas. Además de suprimir las perchas para evitar el ataque de organismos patógenos, esta poda se hace por razones de seguridad ciudadana. Las ramas secas o muertas pueden ser peligrosas en caso de inclemencias atmosféricas.
*La eliminación de renuevos o chupones. Estos se desarrolan a costa de las demás partes del árbol y se produce un desequilibrio en la distribución de la savia.
• La supreción de ramas estructurales mal dispuestas, que al desarrollarse pueden causar problemas para el crecimiento de otras ramas y presentan riesgos de rotura ya que la unión entre las ramas y el tronco principal es muy débil.
• *Poda de aclareo. Si un árbol tiene follaje muy denso la poda de aclareo le permite la penetración de la luz y la circulación de aire dentro de la copa.
Para evitar podas más drásticas y con el fin de corregir los defectos de una ubicación errónea, deben tenerse en cuenta una serie de factores : las características de las especies, la condicones de plantación el volumen del suelo, las necesidades sociales, la formación de los árboles en vivero y durante los primeros años de su implantación, etc.
A pesar de todo, la situación mediambiental de los árboles situados en núcleos urbanos es muy cambiante. La ciudad sufre transformaciones que a menudo afectan al desarrollo y crecimiento del árbol, provocando cambios tanto a nivel aéreo, ocupando parte del volumen a su disposición, como subterráneo, variando las características y la aireación del suelo, así como la alimentación de agua . Será sobre todo en estos casos cuando no habrá más remedio que aplicar otros métodos de poda más agresivos para mantener al árbol dentro de los nuevos márgenes marcados.