Londres abre de par en par sus jardines ‘secretos’

14028592213393
De los jardines privadísimos de Belgravia a las recónditas reservas naturales de Islington, de los tejados verdes de Kensington a las barcazas-vergeles del Támesis, de los mini-huertos de Hampstead a los insospechados oasis en la City y en South Bank…

Más de 200 jardines «secretos» han abierto durante unos días sus puertas de par en par y han ofrecido esa visión deslumbrante y única de Londres, como contrapunto a los grandes parques que todos conocemos. Miles de turistas y londinenses se han lanzado por las calles y plazas de la ciudad con un auténtico «mapa del tesoro», buscando esos rincones guardados celosamente con llave y abiertos tan sólo una vez al año.

Frente a la embajada española, sin ir más lejos, tenemos las fronda «prohibida» de casi dos hectáreas de Belgrave Square, plantadas en 1826 por Thomas Cubitt y restaurada con todo su esplendor victoriano de 1867. El barrio diplomático por excelencia está cuajado de increíbles parques privados como Cadogan Place, donde estuvo el primer jardín botánico de Londres, o Eaton Square, con sus vibrantes estatuas abstractas, en contraste con una mar de campanillas silvestres.

De camino hacia la estación de Victoria nos topamos con Eccleton Square, con su sugerente mezcla de jardín podado y silvestre, que le ha hecho ganar todos los premios posibles de la London Garden Society en la última década. Aunque la auténtica joya de la zona noble nos espera a las puertas de Pimlico: Warwick Square, un jardín para todas las estaciones (incluido el invierno), diseñado a los pies de la iglesia de San Gabriel para transportarnos en un abrir y cerrar de ojos al corazón de la campiña inglesa.

Allí nos topamos con Javier Estévez y Adela Cuenca, dos madrileños que se hospedan en el cercano St. Geroges Inn y han caído atrapados sin querer en el laberinto verde de Londres… «Hemos estado tres veces en la ciudad y conocíamos lo típico -Hyde, Kensington, Regents- pero siempre nos había llamado la atención esas plazas cerradas que parecen bosques».

«Vamos a darnos prisa porque queremos ver al menos veinte», apunta Adela, con el mapa en la mano, apremiando a su marido para enfilar hacia Notting Hill. «Nos han dicho que no nos perdamos la plazas Ladbroke y el Rosemead Garden… Vamos a estar aquí toda la semana y vamos a subir también a Hamsptead, al festival Grow London. Aquí lo de la jardinería lo viven con tanta pasión como el fútbol».

La pérgola de Hill Garden, los huertos de Branch Hill o el jardín de la Paz Mundial son algunos de los vergeles más o menos «secretos» que rodean Hamstead Heath, donde se concentran algunos de los más fastuosos jardines comunitarios de Londres (con mención especial al de Langland Gardens).

Enfilando hacia Camden, y siguiendo la insospechada y plácida ruta de los canales (otro de los secretos mejor guardados de Londres) se llega hasta el hormiguero urbano de Kings Cross, donde nos esperan las mayores sorpresas de la jornada. Aquí tenemos dos pequeñas e increíbles reservas naturales -Camley y Barnsbury-, un santuario de abejas (Melissa Garden), un bosque comestible de permacultura (Alara) y una granja con ovejas, Freightliners Farm.

Hasta la prisión de Holloway abre estos días sus puertas para mostrar el vergel cultivado con esmero por los presos. El fogonazo verde final nos lo llevamos en el Highbury Stadium, donde el césped del Arsenal ha dejado paso a un jardín minimalista único en la capital.

Aún tenemos tiempo para una última incursión: podríamos enfilar hacia el este, hacia el tejado granja de Hackney o hacia los jardines del parque olímpico, o bien bajar hacia el museo de los jardines en South Bank o recorrer las paradas de autobús comestibles de Lambeth. Pero el tiempo apremia, y podemos aún aprovechar para franquear las cancelas de las plazas del barrio de Bloomsbury, donde nació realmente el concepto de «square» en el siglo XVIII, con vistas a lo que entonces era el campo…

Los jardines georgianos de Manchester Square, el antiguo campo de cricket de Dorset Square o los jardines de Russell Square, diseñados por Humphry Repton, nos devuelven a la esencia del viejo Londres, donde el esplendor y la decadencia urbanas fueron siempre compatibles con la generosa fronda.

Para la próxima ocasión dejamos los Jardines Medicinales del Colegio de Médicos. Y ya puestos, el Physic Garden, uno de los primeros jardines de hierbas aromáticas de Europa, creado en 1673 a los pies del Royal Hospital, donde todos los años se celebra la mayor exposición de horticultura del mundo: el Chelsea Flower Show.
http://www.elmundo.es

Leave a Comment