Los cuidado de las trepadoras

Glicinia 2
Para dar un aspecto acogedor, protegernos del viento…

Las plantas trepadoras consiguen que nuestro jardín tenga un aspecto acogedor a la vez que logramos resguardarnos de miradas vecinas, protegernos del viento, e incluso, si el lugar está rodeado de caminos, crear una pantalla que detenga el polvo.

 

glicinia

 

Si tenemos una pérgola podemos plantar a su lado una trepadora que en poco tiempo crecerá y podremos enredarla en sus postes, y lograremos un rincón ideal para descansar a la sombra que nos darán sus hojas y disfrutaremos de la fragancia de sus flores. También podemos aprovechar estas plantas si tenemos un arco que separa nuestro jardín, al enredar trepadoras le conseguiremos dar un aire romántico.

 

Hiedra 3

 

 

Las plantas trepadoras son muy variadas, por lo tanto es fácil encontrar la que cumpla con nuestras necesidades, sin tener que prescindir de flores de diversos colores para todos los gustos.

Dentro de las trepadoras, tenemos que distinguir entre dos variedades:

 

hiedra

 

a.- autómatas, que son todas aquellas que pueden crecer hacia arriba con la única ayuda de un muro o una pared, ya que disponen de sus propios recursos para poder ir trepando. Son: hortensias trepadoras, el jazmín (tienen unas raíces que le ayudan a sujetarse firmemente), la vid (tiene unos discos pegajosos que le permiten ir trepando), la hiedra (segrega una sustancia adhesiva que les proporciona sujeción).

Hiedra 2

 

b.- todos aquellos árboles o arbustos que necesitan un “tutor” para ir trepando. Estas plantas son muy utilizadas para que crezcan junto a celosías, o pérgolas, y una vez que van creciendo, van cubriendo con sus hojas y sus flores creando un espacio único, y aunque por naturaleza tienden a ascender es conveniente ir sujetándolas para guiarlas.

Para conseguir sacar el mejor partido de las trepadoras es necesario conocer todas sus características. Es necesario primeramente distinguir cuáles de ellas debemos colocarlas al sol y cuáles a la sombra:

Madreselva 2

– Si queremos plantar trepadoras en muros sombríos, las más aconsejables son: la hortensia trepadora, hiedra y madreselva común.

* La hortensia trepadora, alcanza una altura de 10 a 15 metros, y una floración que va desde primavera a finales de verano. Posee una flores blancas y grandes, y con in intenso aroma. Es muy fácil de multiplicar por esquejes. No es necesario una poda frecuente, únicamente es necesaria si crece demasiado para la ubicación que hemos destinado para ella.

* La madreselva común, logra una altura de 3 a 6 metros y su floración empieza a finales de primavera has mediados de verano. Tienen unas flores blancas y amarillas o rosa y blanca, son bicolores, con un intenso aroma. Da unos frutos rojo fuerte que no son comestibles. Necesita un suelo húmedo y acido sin sol directo. La poda es necesaria cuando la planta va creciendo y sus ramas se van haciendo fuertes, es beneficioso rejuvenecer la planta mediante una poda.

Rosal 2

* Hiedra, logra una altura de 20 metros, con una floración muy larga desde verano a mediados de otoño. Las flores son de color amarillo. Necesita suelos húmedos y calcáreos.

– Para lugares soleados de nuestro jardín, son ideales los rosales, si tenemos un muro a pleno sol, glicinias, que cuanto más sol diario tenga más racimos de flores malvas vamos a conseguir.

rosal trepador

* La glicínia alcanza de 6 a 15 metros de altura y florece de mediados de primavera a finales de la misma. Las flores son muy aromáticas de color violeta que se agrupan en racimos, las flores aparecen antes de que broten las hojas. Necesita una pared fuerte, o una pérgola resistente.

* Rosal trepador, alcanza de 3 a 5 metros de altura. Hay una gran variedad de rosales trepadores por lo cual podemos elegir entre una gran gama de colores el que más nos guste. Como todos los rosales es beneficioso que se pode a finales del invierno para lograr una floración abundante.

Para el cultivo de las plantas trepadoras es necesario para casi todas ellas un suelo arcilloso y abundante en humus. El momento ideal para plantar es en otoño o a primeros de primavera, en otoño es favorable debido a que la tierra aun está caliente y hay una buena humedad por lo que se favorece que las raíces puedan adentrarse bien en la tierra. En primavera también es una buena época porque las plantas reciben más luz debido a que los días son más largos y aún hay lluvias que favorecen que la tierra esté blanda para que las raíces puedan penetrar en ella. Si las trepadoras que vamos a plantar, son jóvenes tienen los tallos largos no debemos olvidarnos de atarlas bien para evitar que el viento pueda quebrar los tallos.

Las enfermedades que pueden atacar las trepadoras son las siguientes:

– Botrytis: es la aparición de un moho gris en las hojas y capullos de las flores. Ocasiona la pérdida de la planta debido a que se pudren los tallos. El origen de esta enfermedad es la elevada humedad y una mala ventilación cuando las temperaturas empiezan a subir. Cuando aparece hay que eliminar todas las partes de la planta dañadas y reducir la humedad. En el mercado hay productos específicos para prevenirlo.

– Oídio: nuestras plantas tiene un polvillo blanco en sus hojas, al igual que la botrytis, aparece por una humedad excesiva y las altas temperaturas. En cuento vemos que empieza a aparecer hay que tratarlo con un fungicida específico.

– Mildiu: es la aparición de manchas amarillas y marrones en las hojas, y estas empiezan a caer. Aparece si regamos las hojas de las plantas, para tratarlo cuando aparece es necesario usar un fungicida.

– Roya: en las hojas vemos unos bultitos de tonos anaranjados y marrones, y las hojas se van tornando amarillas hasta caer. Al igual que las otras enfermedades es ocasionada por humedad y altas temperaturas, por eso hay que estar muy atentos a principios de primavera que es cuando el sol empieza a calentar y aun hay lluvias frecuentes. Para solucionarlo hay que eliminar las hojas afectadas y tratar el resto de la planta con su fungicida correspondiente.

Rosal

Las plagas de insectos también pueden aparecer en nuestras trepadoras, por ello es bueno tenerlas identificas y todas ellas una vez que aparecen hay que tratarlas con su insecticida. De todos modos existen en el mercado insecticidas polivalentes que previenen las plagas más frecuentes, y es muy bueno tratar con ellos a modo de prevención para evitar su aparición. Las más frecuentes son:

– Pulgón: de lo más frecuente y conocido por todos, si el ataque no es muy grave podemos rociar a la planta con agua, si es persistente tratarlo con insecticida.

– Mosca blanca: en el envés de las hojas aparecen pequeñas moscas de este color que van picando las hojas hasta debilitarla, van perdiendo su color y al final caen.

– Tryps: son pequeños insectos de color plata que van mordiendo las hojas y estas se secan.

– Araña roja: anidan en el envés de las hojas, son muy pequeñas y en las hojas aparecen puntos de tono amarillo y la hoja pierde color y vigor hasta que cae.

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