Para disparar o rezar…

                             

Las cañas indias tienen unas llamativas y hermosas flores de características muy definidas. Con su hermoso aspecto, la Canna indica, proporciona un ambiente exótico a cualquier jardín, y no sólo en arriates ornamentales como vigorosas plantas de fondo, sino también como un punto focal de especial atracción plantada en solitario en un rincón del jardín. Por si todo ello fuera poco, la caña india también es lo suficientemente versátil como para ser plantada en macetas grandes, y dar así un aire especial a tu terraza o balcón.

De orígenes tropicales con destino a tu jardín…
La planta procede originariamente de la selva tropical de América del Sur y Asia, donde crece en espacios abiertos, y en latitudes europeas las encontramos perfectamente adaptadas mientras los tubérculos puedan invernar y no verse sometidos a las heladas. Las cañas indias más conocidas son aquéllas que poseen unas preciosas hojas de color rojo oscuro. Sin embargo, también las podemos encontrar con brillantes hojas de color verde claro. Este follaje tan especial y el hecho de que con sus fuertes tallos no necesita apoyo adicional, la convierten en una maravilla ornamental en el jardín que, desde agosto hasta octubre, nos ofrecerá sus sorprendentes flores. Entre las más de 150 variedades cultivadas hay cañas indias con flores en forma de gladiolo y con inflorescencias como las orquídeas. Los colores de los pétalos varían de rojo claro a tonos de rosa y amarillo, provistos o no de nervios o de puntos en colores diferentes. Las imponentes flores aparecen en unas espigas cerradas. Y, si regularmente quitas las flores marchitas, la caña india te recompensará durante meses floreciendo todavía más veces.
Si te gustan las cañas indias con hojas de color rojo oscuro, entonces debes buscar la variedad cultivada C. ‘Neubert’ de grandes flores rojo claro. Si tu elección es el rosa, la C. ‘Melody Dream’ te sorprenderá. Entre las cañas que presentan unas preciosas hojas verdes, la C. ‘Rosemond Cole’ se distingue por sus pétalos de color rojo anaranjado y amarillo. Las flores de la C. ‘Yara’ son de color dorado con nervios rojos, y las de la C. ‘Golden Tiger’ amarillas con motas rojas. La C. ‘Brilliant’, de floración rojo sangre, es una de las más difundidas. Todas ellas alcanzarán una altura máxima de 90cm, y disfrutaran de un lugar soleado y un suelo nutritivo y suelto. Plantada al aire libre y con la ayuda mensual de un poco de abono complementario, la propia planta empezará a formar grandes matas. Plantada en maceta requerirá un poco más nuestra atención ya que sus grandes hojas facilitan una mayor evaporación, y necesitará un poco más de agua y alimentación adicional.

Si resides en una zona propensa a las heladas y quieres convivir con la Canna india, deberás desenterrar los tubérculos y dejarlos invernar en tierra seca, y en marzo, cuando empiecen a crecer los nuevos brotes, regarlos de vez en cuando.
Algunos de los diseños paisajísticos de jardines las combinan con variedades de dalias, otras veces las sitúan en lugares semi-soleados con grandes rocas de fondo, las cañas índias de hojas rojas se combinan con plantas de hojas grises…

 

¿Balas o cuentas?
¿Y se te ocurre qué se puede hacer con sus duras semillas negras? Cuenta la leyenda que las relucientes semillas en forma de guisante de la caña india (en inglés también llamada “indian shot”) sirvieron para disparar a los indios pobladores de las tierras americanas, cuando sus ocupantes se quedaban sin munición.
En Asia, su utilización era más espiritual y menos expeditiva y dolorosa; las semillas, preciosas bolas de negro azabache se utilizaban (y se utilizan aún) como cuentas para ensartar rosarios o abalorios que se utilizan en la práctica del Budismo. Si decides usar sus semillas para algo diferente a su reproducción y multiplicación, te proponemos que te inspires en los usos budistas, que parecen ser más respetuosos con el resto de los seres vivos…

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