Si siempre ha deseado tener una planta resistente, que aguante la falta de cuidados, y que se recupere fácilmente de su desatención, entonces el Cactus es idóneo para usted. La Planta del Mes de junio cumple todos los requisitos mencionados. El Cactus puede parecer un tanto inaccesible al principio, pero una vez que empieza a cuidarlo usted encontrará en él a un amigo incondicional.
El Cactus es un superviviente real. Pertenece a la familia de plantas suculentas: las plantas con una elevada capacidad de absorber y almacenar grandes cantidades de agua en sus tallos, hojas y raíces. Esta técnica les permite sobrevivir durante períodos muy largos sin agua. Sus espinas tienen una importante función en este sentido también, pues son capaces de absorber el rocío, y que es una fuente de humedad adicional para la planta.
Duro y resistente
La mayoría de las especies de cactus son originarias del Norte, Centro y Sur América. Allí crecen en los desiertos y en las estepas, pero también se encuentran en lo alto de las laderas montañosas, en los bosques de edad madura e incluso en las selvas tropicales. El Cactus es indiscutiblemente un maestro de la adaptación en condiciones ambientales adversas. En algunos de sus hábitats la temperatura fluctúa de 50 °C (entre el día y la noche), o incluso 100 °C (entre el verano y el invierno). Realmente se tiene que ser un tipo muy duro para sobrevivir en estas condiciones. Pero el Cactus es un tipo así.
Años de fiel compañía
El Cactus es una planta que puede valerse prácticamente por sí misma. Y con mucho gusto resistirá y batallará contra viento y marea con tal de compartir la estancia con usted. Todo lo que pide a cambio es que tenga especial cuidado con el riego. Durante el período de letargo, durante los meses que van de noviembre a marzo, el Cactus no necesita casi nada de agua. Rociar con un pulverizador de plantas a partir de marzo, y poco a poco ampliar la cantidad de agua durante el verano, o si aparecen los botones florales, será suficiente.
Pero si tiene duda sobre si regar o no su planta, siempre es mejor que opte por no regarla. Demasiada agua puede causar pudrición de la raíz, a la que el Cactus es muy sensible. Si tiene en cuenta esta sencilla regla será recompensados con su fiel compañía durante muchos años.