Las terrazas y los jardines, incluso en los espacios más pequeños, no deben plantearse sólo como prolongaciones de la vivienda, sino como lugares que complementan el programa funcional de una casa.
Para ello, el proyecto de la terraza contempló las necesidades y funciones que debía cumplir y se definieron bajo los conceptos: zona de estar, huerto, espacio visual de reflexión y relación con el exterior.
La terraza tiene una zona de estar o cenador que se crea a partir de un espacio de pequeñas dimensiones que permite poder disfrutar de un desayuno en el exterior o de una cena de verano, un espacio de relación envuelto de vegetación e intimo respeto al exterior.
Un huerto a medida urbana, con bandejas para plantar cada una de nuestros deseos culinarios, en forma de selección agrícola elevada al gusto. Cebollas, tomates, fresas de bosque y arándonos son un conjunto de plantas elegidas por interés gastronómico. Se convierte en una pequeña colección de placeres gastronómicos.
Consta de unos recipientes metálicos galvanizados con fondos de hidrojardinera con riego incorporado.
Junto a este se encuentra un banco de reposo, como un espacio de relación i descanso, como siempre existió este espacio de observación del crecimiento de nuestros planteles.
Espacio visual de reflexión o chill out
Desde el interior, la terraza toma otra utilidad especial que es la prolongación visual de los espacios biblioteca y sala de estar, donde la terraza toma referencia de fondo de exterior, desdibujando los límites formales. A modo de jardin japonés zen, la valla o muro acaba por ser este final de fondo que limita con la naturaleza.
En este caso, éste toma fuerza con el color berenjena, un color que con el verde del parque aporta aplomo y seguridad, que no busca integrar, que se asienta de forma contundente dando una lectura de percepción muy clara.
Relación con el exterior
Desde fuera se pueden ver unos olivos jóvenes, que aportan intimidad desde el exterior, y al mismo tiempo, desde el interior aportan los conceptos de escala humana y ritmo de altura. Estos están colocados en jardineras de 100 x 90 x 90 cms acero galvanizado, al igual que todo el conjunto de contenedores.
Se ha colocado también una mampara de separación con la puerta de acceso para así dar intimidad del espacio a las vistas de visitas y también de las propias terrazas vecinas. Este elemento se plantea como una celosía, inspirada en el concepto de transparencias, reforzando así el secretismo que siempre ha envuelto este espacio de uso personal e íntimo.
“El ver no ver” aporta esta sensación próxima a jardín en sus conceptos más íntimos y secretos, donde se cultivan especies muy seleccionadas y se disfruta de una estancia personal.
Por tanto el diseño de este espacio se apoya en los conceptos más clásicos del jardín, a través de ingredientes como:
– vegetación seleccionada que ensalza los sentimientos de olor, gusto y placer de posesión de algún elixir secreto.
– espacios de estar, pensados desde la intimidad facilitando la relajación, para llegar a conceptos reflexión personal e intelectual.
– Flores diversas, frutos, verduras, hierbas culinarias… inspiran la sensación de añoranza del jardín perdido, inspirado en el paraíso envuelto de sexualidad.
– La escultura mampara le da el ingrediente de secretismo, en lo imaginado
– Los materiales como el metal galvanizado limpio y puro en contraposición a la calidez de la madera aporta esta tensión de contaste de sensaciones.
– La valla le aporta el límite, el cerramiento para conseguir la seguridad buscada, concepto intrínseco del jardín.
– La iluminación indirecta con led, le aporta un especial ambiente que, por la noche, le da un carácter especialmente fantástico y acogedor.
A destacar
Jardineras metálicas de 5 y 8 mm en acabado galvanizado, con instalación de hidrojardinera.
Madera de pino tratado al autoclave
Escultura en acero inoxidable arenado
Iluminación con leds, Casa i-led
Proyecto: Martirià Figueras – Aspecte paisatge SL. C/ Llibertat 159 2on- E – Banyoles