Exactamente diez años después de la introducción de la triunfante Zamioculcas zamiifolia, se lanzó su hermanito “Zamicro” al mercado.
El éxito del minicultivar “Zamicro” se debe en parte a su tamaño compacto, determinado genéticamente, y por poseer las mismas características que su «hermano mayor», salvo la hoja algo más fina.
El cuidado de la “Zamicro” sigue siendo fácil. Es decir: una vez a la semana un chorrito de agua es suficiente. No pasa nada si, de vez en cuando, se salta un riego. Al contrario, ya que la Zamioculas es una suculenta, con reservas de agua en el tallo. La planta las utiliza para superar los períodos de sequedad. Por eso, se conserva excelentemente.
“Excelente para ahorrar agua”