Una elección necesaria
Elegir el mobiliario del jardín es una tarea importante. El mobiliario del jardín, al igual que el del interior de la casa, debe ser funcional a la par que decorativo, además de ajustarse al ambiente que se quiere crear en el entorno que le rodea.
Los materiales en los que se fabrican los muebles para terraza y jardín son muy variados, pero en todos, si quieres lograr continuidad entre el espacio interior de su casa y la terraza deberás decorarla con el mismo estilo y si quieres ahorrar espacio, deberás comprar muebles abatibles, plegables o apilables.
Aunque los decoradores huyen de las habituales sillas y mesas de plástico o resina sintética blancas, su practicidad, sin embargo, es innegable. Por ello, muchos usuarios de jardines contemplan a parte de su practicidad, sus posibilidades decorativas.
La resistencia no es el punto fuerte de este material, ya que no soporta colocar sobre él recipientes o cosas que contengan ni mucho calor ni mucho peso, sin embargo el sol y la lluvia no les produce grandes desperfectos.
Por otro lado, son fáciles de recoger, ya que son apilables y no requieren ningún mantenimiento especial. Para limpiar este tipo de mobiliario basta con pasar un trapo húmedo. También son una buena alternativa para espacios secundarios dentro del jardín o de uso habitual si no se quiere estropear otro mobiliario más exclusivo. u carácter económico y la variedad en colores y diseños ayudarán a dar un toque más personal y a aumentar el valor decorativo del espacio que ocupen. Además, si cambias los cojines de loneta del mobiliario puede actualizar el espacio siempre que quiera.
Es muy económico, resistente, liviano y fácil de limpiar. No requieren ningún cuidado especial. Se lavan con agua jabonosa y enjuagan con manguera.
Otro tipo de material habitual en jardines es el hierro de forja. Para eliminar el óxido presente en el hierro puedes utilizar una lija o un cepillo especial para metales. No obstante, cuando el mueble tiene restos de pintura anterior, lo más adecuado es utilizar un decapante para eliminarlos. El decapante reblandece la pintura o barniz, lo que permite quitarla más fácilmente con una espátula y retirar el polvo que se forme con un paño.
Una vez limpio, hay que cubrir el mueble con un producto antioxidante. Para esta operación se utiliza, generalmente, minio de plomo o una imprimación que inhibe la corrosión y ayuda a que el producto se fije mejor. Esta imprimación puede aplicarse mediante pulverización, en formato spray, con capas finas.
Cuando el mueble tiene restos de pintura, conviene utilizar un decapante. El último paso para restaurar un mueble de hierro forjado consiste en aplicar la pintura. Existen esmaltes antioxidantes con acabados en forja que realzan el aspecto del hierro. También se puede aplicar una pintura metalizada, que permite además regular la tonalidad y el brillo que se quiere conseguir en el mueble. Es un material pesado que da sensación de solidez y es muy resistente a la intemperie pero necesita un tratamiento para el óxido. Antes de repintar, lija y luego aplica un antioxidante dejando secar durante un día para pintar por último.
La madera aporta en los muebles de jardín, rusticidad y calidez. Al aire libre son de menor duración porque destiñen con el sol y la humedad los agrieta. La madera de teca es una de las más adecuadas para el exterior. Su inconveniente respecto a otros materiales es el precio, aunque hay muchos tipos de madera.
Los muebles de fibra natural como el mimbre, el bambú o el rattán son ideales para una terraza cerrada. Estos muebles aportan elegancia, calidez y un toque rústico muy apropiado para una terraza mediterránea. El mimbre es un material que es muy fácil de encajar en cualquier ambiente. Están especialmente indicado para las zonas de mucho calor, porque son frescos, ligeros de peso y económicos.
Estos muebles puedes limpiarlos con agua caliente con 5 cucharadas soperas de sal gorda por litro de agua y un poco de bicarbonato. Aplica luego un producto para la limpieza de muebles. Utiliza un cepillo de cerdas duras y debes ponerlos a secar a la sombra, nunca al sol, para que no se resequen, aplícales de cuando en cuando aceite de limón.
El aluminio es un material moderno, ligero y que no se oxida. Resiste bien el sol, la humedad, el agua y los golpes. Estos muebles duran muchísimos años con mínimos cuidados. Su mayor inconveniente es que su precio no es tan asequible como otros materiales.